El editorial del mes de septiembre de la revista Metas de Enfermería es un artículo de Doris Grinspun, presidenta ejecutiva de la Asociación de enfermeras profesionales de Ontario (RNAO), que ha extendido por todo el mundo una red de buenas prácticas profesionales denominada BPSO.

En dicho artículo la autora alude a unas imaginarias conversaciones con Florence Nightingale con respecto a la satisfacción que sentiría la fundadora de la enfermería moderna frente a nuestra actuación individual y colectiva en la actualidad.

No pretendiendo alargarme mucho en esta introducción solo quisiera abundar en una parte del texto en la que se habla de la enfermería como  agente de cambio social y de cómo las asociaciones de enfermería deben de tener una clara visión “fuerte en número, fuerte en diversidad… …fuerte en compromiso, integridad, pasión y voz … … con una misión de abogar por políticas públicas saludables, promover la excelencia en la práctica enfermera y potenciar a las enfermeras para influir activamente y dar forma a las decisiones que afectan a la profesión y al público que servimos”.

A la vista de tales palabras uno no puede permanecer impasible y se hace necesaria una reflexión acerca de cómo individualmente y colectivamente estamos actuando para hacer realidad ese sueño de NIghtingale; aún más como enfermeras cristianas debemos plantearnos como estamos llevando a cabo la misión de ser sal y luz en medio de nuestra profesión y  de los cuidados que dispensamos y como colectivamente estamos llegando a influir en la sociedad que nos rodea.

Baste dejar aquí esta reflexión para que cada uno se auto-interrogue y dé respuesta a estos retos.

Podéis leer el texto completo en formato pdf. en la página ARTÍCULOS.