La ansiedad es una respuesta natural y un mecanismo de defensa de nuestros cuerpos, pero en ciertas circunstancias puede generar sufrimiento y desadaptación.  Los trastornos de ansiedad son un fenómeno creciente y en aumento en este inicio del siglo XXI. De todos es conocido el triste honor de que España es el país europeo con más prescripciones de antidepresivos y ansiolíticos.

El artículo “Determinantes sociales de la ansiedad en el siglo XXI”, aparecido en la revista Atención Primaria Práctica, aborda esta problemática destacando como ciertos determinantes sociales y ambientales y como los cambios que se han producido en el pasado siglo han generado un ambiente ansiógeno. Elementos como la irrupción de la tecnología y las redes sociales. Aspectos laborales y de la propia autoimagen; el cambio climático y la preocupación por el futuro están afectando la salud mental de los más jóvenes. En definitiva, una interacción compleja de factores sociales, tecnológicos, laborales y medio ambientales están generado altas cotas de ansiedad.

Los autores proponen que debemos estudiar estos determinantes en salud para para poder abordar el sufrimiento derivado y disminuir sus efectos colaterales en la vida de las personas y las comunidades. Como enfermeras debemos conocerlos y generar herramientas para el autocuidado en este ámbito.

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